LA TECNOLOGÍA EDUCATIVA COMO UN FACTOR DE DESARROLLO DE LOS PAÍSES. REALIDAD O UTOPÍA.
LA
TECNOLOGÍA EDUCATIVA COMO UN FACTOR DE DESARROLLO.
REALIDAD O
UTOPÍA
La idea que generalmente se tiene acerca de que
el uso de las TIC en el campo educativo, genera progreso en
los países, puede ser vista o tratada desde diferentes puntos de vista,
dependiendo de las personas o entidades que la aborden y de los intereses que
se quieran poner en juego al hacerlo.
Las tecnologías de la información y de la comunicación TICS
han encontrado su apoyo en la educación en cuanto a la infraestructura,
dotación de equipos portátiles y de escritorio, conectividad de puntos
Vive Digital en el país, tablets para los escolares quienes en últimas son
los más beneficiados de estas políticas del estado implementadas desde el
ministerio de educación nacional y el ministerio de las TIC, impulsando
los programas de desarrollo y conectividad en las entes territoriales,
municipales y así hasta llegar a las instituciones educativas en la mayor parte
del país. Otra realidad evidente es cuando el flujo de información para los
distintos procedimientos es evidente, eficaz y eficiente llevando a
revolucionar la economía, los sistemas de comunicación, las referencias de las
actividades temporales, las formas de ejercer la política, la regulación del
tránsito, uso de las tarjetas de crédito, gestión de viajes en las familias,
transacciones bancarias, agilidad en trámites gubernamentales, pago de
servicios públicos, formación virtual e-learning, compra y venta en la
virtualidad, información de avances en la ciencia, medicina, innovaciones en la
industria, maquinaria pesada, control computarizado de mega-obras,
producción de maquinaria agrícola, contribuyendo al desarrollo social,
económico, cultural, político de los países.
Según Oscar Eduardo Ospina en el discurso
mercantilista y crítico-político expresa lo siguiente: “La sociedad de la
información es un enorme mercado con un tremendo potencial para el crecimiento
económico apoyado en el uso de las tecnologías digitales. Las
tecnologías digitales deben estar al servicio del desarrollo social y humano y
no controlado por los intereses de las grandes corporaciones industriales del
mundo capitalista”. De lo anterior se puede decir que la incorporación de las
TICS en la educación está relacionada con los intereses económicos de las
grandes empresas o multinacionales quienes ofertan sus productos al
gobierno, implementando una interdependencia económica ligada a los
objetivos de las empresas; quienes ven en esto una oportunidad para aumentar su
capital. La infraestructura, dotación y capacitación se convierte en una
utopía cuando no se establecen convenios de conectividad efectivos que
garanticen el óptimo uso de esos recursos.
Otra utopía de las TICS para la educación
es considerar que estas están llegando con igual intensidad a todos los países.
En pleno siglo XXI existen instituciones educativas que no cuentan aún con los
mínimos servicios de bienestar, menos ir a pensar en la
conectividad. La brecha digital en la educación y en el desarrollo
industrial es evidente en los países subdesarrollados que no cuentan con la
materia prima para la industrialización de sus productos y por lo tanto el
flujo de información virtual es negado por la inexistencia de la conectividad
ocasionando que el mercado se vea afectado y el progreso social
estancado.
En el caso del campo, se observa que la
tecnología ha proporcionado herramientas que le facilitan a este sector la
adecuación de las tierras, el mejoramiento genético de las razas, la
certificación de semillas, la innovación con maquinaria de fácil manejo, el uso
de agroquímicos para el control de plagas y enfermedades en las distintas
producciones agropecuarias. Pero aparece una utopía más cuando al productor
campesino no se le ofrecen garantías para sus cosechas y aún más con la
apertura económica no se le protege de la competitividad externa de los
mercados que pueden producir con mayor calidad y más bajo costo en
los insumos.
Con respecto a la medicina se observan
avances importantes en el campo de la instrumentación quirúrgica, los
procedimientos técnicos y tecnológicos para el tratamiento de
enfermedades de alto riesgo, investigaciones en laboratorio, operaciones,
adaptaciones, implantes, permutaciones de tejidos, intercambio de órganos con
seres de su misma afinidad geo-plasmática. Esto es una realidad. Se convierte
en una utopía en la medida que pocos tienen acceso a las posibilidades en el
avance de las medicinas y se presenta nuevamente la brecha entre los estratos
sociales impidiendo la equidad en las oportunidades y el acceso a los servicios
médicos.
El asombroso desarrollo de la tecnología
ha tenido implicaciones en la forma en que se organiza la sociedad. La
globalización, basada en el predominio de las grandes corporaciones
multinacionales es el fenómeno económico más importante de la época; pero es
también un fenómeno cultural y simbólico, porque implica la imposición de
parámetros de producción y consumo homogéneo de todos los seres humanos.
Paralelo con este proceso de
globalización, han surgido movimientos sociales que reivindican su derecho a no
ser excluidos del mundo global a causa de sus condiciones socio-económicas. Su
género, su edad, su religión, su orientación sexual o etnicidad. Estas
personas, que están convencidas de que otro mundo es posible, también
creen que la tecnología de la información y la comunicación son una herramienta
indispensable para construir la justicia social, la paz, el respeto a los
derechos humanos y el desarrollo humano sostenible a nivel mundial. El
desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación
siempre han estado ligados a los grandes cambios en la historia de la humanidad
afectando a casi todos los procesos económicos y sociales.
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